• El cáncer es considerado un problema importante de salud pública en Colombia. El número de enfermos y personas muertas por esta causa ha ido aumentando en los últimos años; las cifras dictan que cerca de 96 personas mueren cada día en Colombia por causa del cáncer.[1]

• Las neoplasias mieloproliferativas afectan a varios grupos de edad, pero son más comunes en personas de 50, 60 años o más.[2]

Los cánceres de la sangre son un grupo de enfermedades donde se ve afectada la producción normal de las células sanguíneas. Se calcula que cada año se producen 1,24 millones de casos en todo el mundo, lo que representa aproximadamente el 6% de todos los casos de cáncer[1]. Precisamente, por este motivo, septiembre es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de la sangre, una oportunidad para concientizar sobre la enfermedad, el proceso diagnóstico, así como apoyar a los pacientes y cuidadores que viven con estas patologías

Estos tipos de cáncer se originan mayormente en la médula ósea y se producen cuando células sanguíneas anormales crecen sin control, interfiriendo en la función de las células sanguíneas normales como aquellas encargadas de combatir las infecciones, o las que distribuyen oxígeno a los tejidos.  Algunos de los tipos más comunes de cáncer de la sangre son: leucemias, linfomas y mieloma. No obstante, hay otros menos frecuentes, conocidos como los trastornos o neoplasias mieloproliferativas[2].

Nuestra responsabilidad como profesionales de la salud es propiciar la educación en torno a todas las formas de cáncer de la sangre, generando así una sensibilización de la población de nuestro país  garantizando una oportuna sospecha ante signos de alarma que se presentan en estas enfermedades” explicó Natalia Prieto Ruiz, Gerente Médica de Hematología de Novartis, organización que se suma a las acciones que se adelantan durante el mes de septiembre para concientizar sobre los cánceres de la sangre en la población Colombiana

Las neoplasias mieloproliferativas crónicas se caracterizan por la alteración de la producción normal de células sanguíneas del cuerpo y en el caso de la mielofibrosis provoca que se reemplace la médula ósea por fibrosis.[3] Según las células sanguíneas afectadas, los síntomas y el número de células en el torrente sanguíneo existen tres tipos principales de neoplasias mieloproliferativas crónicas: Policitemia Vera (exceso de glóbulos rojos), Trombocitemia esencial (exceso de plaquetas) y Mielofibrosis (acumulación de células sanguíneas anormales y fibrosis de la médula ósea)[4].

“En particular, las neoplasias mieloproliferativas suelen progresar lentamente, por eso muchas personas no presentan ningún síntoma y, es posible, que sólo se llegue al diagnóstico tras un análisis de sangre⁵. No obstante, ante la aparición de síntomas como fatiga, dolores de cabeza recurrentes, hematomas (mejor conocidos como morados) o sangrados inusuales, la recomendación es acudir al médico para descartar cualquier anomalía². Para todos los pacientes, cuidadores y familiares esta una carrera contrarreloj que va desde el momento del diagnóstico, hasta encontrar el tratamiento adecuado; por eso cada minuto en esta ruta cuenta y puede representar una esperanza de vida” asegura Natalia Prieto Ruiz.

Aunque esta condición en particular afecta a múltiples grupos de edad, son más frecuentes en personas de 50 a 60 años o más y suelen darse por igual en ambos sexos, a excepción de la Policitemia Vera que es más frecuente en los hombres². 

“Al ser una enfermedad poco frecuente es clave visibilizar, no sólo a la población sino a la comunidad médica y profesionales de la salud la importancia y urgencia de comprender e identificar la sintomatología para lograr diagnósticos tempranos, y aumentar las posibilidades de sobrevida de los pacientes.” concluyó Natalia Prieto Ruiz.