La policitemia vera (PV) es una enfermedad hematológica que se caracteriza por un aumento anormal en los niveles de glóbulos rojos en sangre.
Se considera un trastorno mieloproliferativo y, como el resto de enfermedades agrupadas en este tipo, se origina por un mal funcionamiento de la médula ósea.
En este artículo te dejamos un decálogo para que puedas conocer mejor lo esencial de esta patología hematológica:
- La policitemia vera se caracteriza por un aumento en los niveles de glóbulos rojos en la sangre.
- La causa se encuentra en un trastorno de la médula ósea que produce glóbulos rojos en exceso. Este trastorno se produce por una sensibilidad mayor de las células al estímulo que desencadena el proceso de creación de glóbulos rojos, que, en casi todos los casos, es debida a mutaciones específicas en el gen Jak2, que regula esta función. Normalmente estas mutaciones son adquiridas, es decir, no se nace con ellas, no se heredan de los ascendientes y no se transmiten a los descendientes.
- No suele presentar síntomas específicos, pero algunos que pueden aparecer son los siguientes: picor, cansancio, hormigueos en las manos o dolor de cabeza, entre otros.
- Se considera una enfermedad rara, ya que afecta a menos de 4 – 6 casos por cada millón de habitantes al año y es más frecuente en personas mayores de 40 años.
- Suele detectarse a través de un análisis de sangre rutinario. Otras pruebas que se pueden realizar para confirmar su diagnóstico son: hemograma, estudio genético, niveles de eritropoyetina y biopsia de médula ósea.
- Las personas con policitemia vera presentan un hematocrito o proporción de glóbulos rojos en la sangre elevado, lo que significa que la concentración de glóbulos rojos en sangre es superior al máximo recomendado de 45%.
- Existe una relación entre esta enfermedad hematológica y un mayor riesgo cardiovascular, por lo que es importante mantener hábitos de vida saludables.
- Es una neoplasia mieloproliferativa como la trombocitemia esencial, en la que aumenta el número de plaquetas en sangre a consecuencia del malfuncionamiento de la médula ósea; y la mielofibrosis, en la que se produce un déficit de células sanguíneas (glóbulos rojos, blancos y plaquetas) y, como su nombre indica, fibrosis de la médula ósea. La policitemia vera puede derivar en algunos casos en mielofibrosis y se conoce como mielofibrosis secundaria.
- Preparar la visita con el hematólogo es muy importante para aquellas personas que viven con policitemia vera ya que ayuda a detectar la evolución de la patología al profesional médico. El formulario MPN10 es una herramienta muy útil que te puede ayudar a registrar los síntomas y llevarlo a la consulta para que tu hematólogo pueda valorar el pronóstico y las recomendaciones sobre tu tratamiento.
- La policitemia vera puede manejarse y se puede mantener una buena calidad de vida en la mayoría de los casos si es diagnosticada y tratada adecuadamente junto al hematólogo.
Con estos 10 puntos ya tienes la información básica para conocer lo esencial sobre la policitemia vera y cómo manejarla.