La leucemia mieloide aguda (LMA) es un tipo de cáncer que se origina en las células sanguíneas. El cáncer se origina debido a ciertos cambios concretos que ocurren en el interior del ADN de las células. Cuando hablamos de leucemia, estos cambios ocurren en las células de la médula ósea, que acaban convirtiéndose en células cancerígenas.
Una vez realizado el diagnóstico de LMA, el equipo médico designará cuál es la mejor forma de abordar la enfermedad y el tratamiento para cada caso. De la misma forma que existen muchos y diferentes subtipos de LMA, también hay diferentes opciones de tratamiento:
Quimioterapia
Mediante este proceso se trata de frenar el crecimiento de las células leucémicas, bien eliminándolas o bien evitando que puedan dividirse y crecer.
Trasplante de médula ósea
Dependiendo de la casuística del paciente, tras la quimioterapia se puede llevar a cabo un trasplante de médula ósea. El objetivo de este tratamiento será sustituir las células malignas por células sanas provenientes de un donante sano. El trasplante de médula ósea es un tratamiento complejo que no está exento de riesgos y complicaciones. La decisión de aplicarlo dependerá del caso particular del paciente y de la existencia de un donante compatible.
Terapias dirigidas
Con las técnicas de diagnóstico se pueden determinar las características de las células leucémicas. Una de estas características puede ser si la célula expresa o no FLT3, una proteína de la membrana celular que en caso de activarse acelera la división de las células malignas. Actualmente existen fármacos dirigidos para bloquear el efecto de la activación de estas proteínas en la división celular.