Si te acaban de diagnosticar cáncer de mama o ya lo padeces, probablemente te habrás hecho muchas preguntas, como por ejemplo, ¿qué le digo a mi superior?; ¿debería dejar de trabajar por un tiempo?; ¿me afectará a mi rendimiento?
Si te han diagnosticado cáncer de mama, probablemente tengas que adaptar tu rutina a las nuevas necesidades. Queremos ofrecerte algunos consejos para afrontar el entorno laboral.
Lo primero, si tienes cáncer de mama y decides seguir trabajando, es consultárselo a tu médico.
Él te dirá cómo pueden afectar los efectos secundarios del tratamiento a tu trabajo y te lo programará en función de tus horarios. Además, deberás aprender a manejar estos efectos.
En algunos casos, las personas que padecen cáncer de mama, así como pasa con otras enfermedades que impactan de manera importante en la vida, experimentan problemas a la hora de memorizar o pensar. Estos “efectos cognitivos”, como la falta de concentración, pueden afectar a tu vida laboral, dificultándola. Si sientes que es difícil mantener la concentración o no puedes memorizar con facilidad, deberías hacer lo siguiente:
- Crear una lista de lo que tienes que hacer, ya que apuntar todas las responsabilidades laborales, nos ayudará a mantener un control.
- Anotar todas las citas y reuniones importantes, con fecha y hora.
- Haz un seguimiento de entrega, la comprobación de que todo está realizado es necesaria.
- Sé organizada e intenta planificar tu día a día en el trabajo para evitar complicaciones innecesarias.
Tu rutina laboral puede ofrecerte retos, pero la supervisión de tu médico y tu organización servirá para mantenerlo todo bajo control. Recuerda que tu médico te aconsejará qué es lo mejor: si seguir trabajando o dejarlo por un tiempo.