A la hora de preparar los planes de verano en los que los viajes y escapadas no pueden faltar. Si te han diagnosticado mielofibrosis, es posible que este tema te tenga algo intranquilo y surjan dudas sobre qué podrás hacer y si es recomendable viajar.
La mielofibrosis es un tipo de enfermedad de la sangre poco frecuente que se suele diagnosticar en personas con una edad media de 65 años y que se manifiesta con síntomas como disminución de peso y apetito, cansancio, falta de aire, fatiga… Las personas con esta patología pueden hacer una vida prácticamente normal siempre que tengan controles rutinarios y realicen pequeños cambios de hábitos su día a día para sentirse mejor, como por ejemplo, llevando una dieta equilibrada o adaptando tu rutina si aparece la fatiga.
Por eso mismo, viajar con mielofibrosis no tiene que ser ningún tipo de impedimento siempre que haya una preparación previa y un poco de organización; además es muy importante que se lo comentes antes a tu médico.Te contamos algunas consideraciones que debes tener en cuenta si te vas de vacaciones:
El papeleo… ¡que no falte!
Tarjeta sanitaria, y en caso de viajar fuera, la internacional.
Si has contratado un seguro médico privado, tienes que conocer bien la póliza para saber qué cubre y qué no durante tu estancia para asegurarte que estás cubierto en caso de un imprevisto.
Lleva a mano el número de teléfono al que debes llamar si tienes alguna urgencia o la dirección donde debes acudir. Hay que tener en cuenta que en una emergencia nos solemos poner algo nerviosos y no es fácil encontrar las cosas. ¡Prepáralo de antemano!
Tus medicamentos, siempre disponibles
Es básico llevar los medicamentos que necesitamos al igual que las recetas. Nunca sabes si vas a tener una farmacia cerca o si puede surgir algún problema, así que, si llevas para algunos días más de los que dure tu estancia, te ahorrarás algún susto de última hora. Habla con tu médico para que expida las recetas que necesites e infórmale del motivo para que te facilite las recomendaciones necesarias.
Los compañeros de viaje, los mejores aliados
Si vas a planear tus vacaciones con más personas, o vas a hacer un viaje en grupo con algún guía, es conveniente que cuentes tu patología para que ellos sepan actuar en un momento dado y te puedan ayudar. Lleva información que les pueda servir de ayuda o dales un número de contacto de tu médico o de personas a las que deban avisar si te encuentras mal.
Tu guía de turismo… y de descanso
Como ya sabrás el cansancio es uno de los síntomas comunes en las personas con mielofibrosis, entre otros, por eso debes adaptar tu plan de viaje a tus necesidades. Planea rutas cortas, lugares para descansar y no intentes ponerte como metas jornadas muy intensivas. Las vacaciones son para disfrutarlas y sentirte bien. ¡Planifícate en función de cómo te sientas y disfrútalas mucho!
Los consejos del que más sabe
Por último y no menos importante, antes de embarcarte en cualquier viaje, visita a tu médico para que te de recomendaciones personalizadas para tu caso. Si vas a ir al extranjero, si tienes muchas horas de vuelo o te piden vacunarte de algo en particular, no olvides comentárselo antes para que te pueda asesorar.
Y no te olvides de lo más importante, ¡disfrutar del tiempo libre y de los tuyos!