¿Conoces los síntomas de la sobrecarga férrica? ¡Te los explicamos!

La sobrecarga férrica consiste en una acumulación de elevadas cantidades de hierro en el organismo, una consecuencia inevitable que se da en algunas enfermedades hematológicas.

Oct 31, 2024

La sobrecarga férrica consiste en una acumulación de elevadas cantidades de hierro en el organismo, una consecuencia inevitable que se da en algunas enfermedades hematológicas por las múltiples transfusiones que reciben los pacientes para intentar paliar la anemia, siendo ésta, el síntoma más frecuente entre los pacientes con síndromes mielodisplásicos (SMD). Las múltiples transfusiones de concentrados de hematíes que requieren habitualmente los pacientes con SMD hacen que se superen los niveles de hierro que el organismo puede tolerar y que este se acumule de forma nociva en algunos órganos como el hígado, las glándulas endocrinas y el corazón.

La sobrecarga férrica crónica debe detectarse y tratarse a tiempo, ya que, en ocasiones, los síntomas del exceso de hierro no se manifiestan (daño inicialmente asintomático). Aún así, la acumulación constante de hierro puede acabar dañando los órganos en los que se deposita (daño orgánico).

Así pues, es muy importante para las personas con SMD acudir periódicamente a las visitas con el médico especialista (el hematólogo) para que este pueda detectar la sobrecarga férrica de manera precoz e instaurar, si precisa, el tratamiento apropiado

¿Cuáles son los síntomas de la sobrecarga férrica?

Los primeros síntomas asociados a la sobrecarga férrica suelen ser inespecíficos, es decir, pueden asociarse a diferentes patologías, no únicamente a la sobrecarga férrica. Así, por ejemplo, destacan el cansancio, el dolor en las articulaciones, la pérdida de peso y el dolor abdominal. La somnolencia es otro de los síntomas habituales en las personas con esta dolencia.

Otros síntomas derivados de la sobrecarga varían en función de los órganos afectados por el depósito de hierro, entre ellos los que indicamos a continuación:

Por tanto, en caso de que necesites tratamiento mediante transfusiones de sangre de forma periódica, recuerda seguir las indicaciones de tu médico y acudir a los controles rutinarios para detectar a tiempo cualquier anomalía en los niveles de hierro. Del mismo modo, si tienes dudas, pregunta a tu médico cuáles son los riesgos de desarrollar la sobrecarga férrica.