La vuelta al cole suele marcar el inicio de muchos cambios: nuevas rutinas, costumbres, actividades, y nuevos compañeros… Eso es lo que hace que sea una época muy especial, tanto para los niños como para los padres. A pesar de ello, hay algunos casos en los que todas estas situaciones nuevas pueden ser un motivo de preocupación. Por ejemplo, si tu hijo convive con una enfermedad, es normal que te preguntes cómo va a adaptarse a los cambios.
Hoy queremos compartir contigo algunos consejos que puedes tener en cuenta para hacer que la vuelta al cole sea más fácil si tu hijo tiene Trombocitopenia inmune primaria (PTI) y, de este modo, disfrutar juntos de esta etapa tan importante de su vida.
¡Vamos a ello!
Como sabrás, la PTI es un trastorno que afecta al número de plaquetas en la sangre, haciendo que el número de éstas sea inferior a lo normal. Además, se trata de una patología que se diagnostica mediante el descarte del resto de patologías que pueden causar un descenso del número de plaquetas.
Si tu hijo convive con ella, lo más importante ante cualquier cambio en su vida, como puede ser el comienzo de un nuevo curso escolar, es que lo hables con su médico y escuches atentamente los consejos que te dé. La PTI se presenta de forma diferente en las personas que conviven con ella, y por eso es tan importante escuchar lo que el médico tiene que decir al respecto en el caso concreto de tu hijo.
El siguiente paso es procurar que todas las personas que van a pasar tiempo con tu hijo y se van a hacer cargo de él, sepan en qué consiste la patología, cómo le afecta y aquellos momentos en los que se le debe prestar especial atención. Desde sus profesores hasta los monitores del comedor o de las actividades extraescolares. Habla con ellos con antelación y explícales la situación de tu hijo y cómo deben actuar en caso de que esta interfiera en algún momento con la actividad que se está llevando a cabo para que en ningún momento tengan dudas.
Es también muy importante que el niño conozca su patología y su tratamiento, en caso de que el médico le haya recetado alguno. Debes concienciarle de los efectos de la enfermedad en su día a día, pero procurar que en ningún momento los vea como un impedimento para realizar actividades o vida normal. Simplemente debe saber cómo le afecta la patología y cómo actuar.
En cuanto a las clases de educación física y el recreo, que tal vez sean los momentos en los que la enfermedad puede interferir más en la actividad, es importante recordar al profesorado y al niño que se deberían evitar en todo momento los deportes de contacto ya que en este tipo de ejercicios el riesgo de recibir golpes y que se generen hemorragias y moratones es mucho más alto.
Finalmente, también sería recomendable que los compañeros de tu hijo fuesen conscientes de su enfermedad. Dependiendo de las edades en las que se encuentren van a poder comprender más o menos cómo afecta la PTI al organismo del niño, pero lo importante es que tengan en cuenta que hay que evitar golpes en la medida de lo posible.
Como siempre, la información es poder, así que lo importante es que lo usemos como herramienta principal.
Esperamos que siguiendo estos consejos puedas afrontar la vuelta al cole con más tranquilidad y disfrutar junto a tu hijo de esta época tan significativa