Las enfermedades cardiovasculares pueden manifestarse de muchas formas: presión arterial alta, enfermedad arterial coronaria, enfermedad valvular, accidente cerebrovascular y arritmias.
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares causan el fallecimiento de más de 17 millones de personas en el mundo cada año.1 Y en España, estas enfermedades constituyen la primera causa de muerte, originando casi el 40 por ciento de todas las defunciones.2
Entre las enfermedades isquémicas del corazón, el infarto agudo de miocardio es la más frecuente con un 61 por ciento de las muertes. 2
La patología de base de las enfermedades cardiovasculares es la ateroesclerosis, una enfermedad inflamatoria que se caracteriza por la acumulación de lípidos, células inflamatorias y tejido fibroso en las arterias.2
En la actualidad los factores de riesgo cardiovascular se pueden dividir en dos tipos:
Riesgos no modificables
- Edad: las personas de edad avanzada son las principales víctimas de la mayor parte de las cardiopatías
- Sexo: Los hombres tienen más riesgo de tener una patología cardiovascular que las mujeres. Los expertos atribuyen esto a que las hormonas femeninas ejercen un efecto protector.
Riesgos modificables
- Hipertensión arterial: Supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo. Este incremento de la masa muscular acaba siendo perjudicial porque no viene acompañado de un aumento equivalente del riego sanguíneo y puede producir insuficiencia coronaria y angina de pecho. 4
- Colesterol: Si los niveles de colesterol se elevan pueden producir hipercolesterolemia. De hecho, las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto que las que tienen cifras de 200 mg/dl.5
- Diabetes: Tanto si la producción de insulina es insuficiente como si existe una resistencia a su acción, la glucosa se acumula en la sangre, daña progresivamente los vasos sanguíneos y acelera el proceso de arteriosclerosis aumentando el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 6
- Tabaquismo: La incidencia de las patologías cardiovasculares en fumadores es tres veces mayor que en el resto de las personas. 2
- Falta de ejercicio físico: Las personas que no realizan ninguna actividad física tienen más riesgo de tener hipertensión, ateroesclerosis y enfermedades respiratorias. 2
- Obesidad: Debido al exceso de grasa, esta grasa se puede acumular en el abdomen, lo que afectará más al riesgo cardiovascular.2
Si se eliminan los factores de riesgo que pueden cambiarse y se controlan adecuadamente los que no pueden cambiarse, es posible reducir apreciablemente el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón.