Las crisis de dolor que sufren las personas con anemia falciforme no solo tienen un impacto a nivel físico y de salud, sino que afecta a otros ámbitos de su vida que van desde el plano emocional hasta el social.
El impacto clínico de la ECF
Las crisis de dolor pueden afectar a tu cuerpo, a tu mente y a tu día a día y a largo plazo pueden conducir a complicaciones agudas y crónicas, como lesiones e insuficiencia en distintos órganos. En este gráfico puedes ver algunos de ellos:
El impacto emocional de la ECF
Existen una serie problemas mentales y emocionales que pueden experimentar las personas con ECF. De hecho, aproximadamente un 30% de las personas con anemia falciforme sufre depresión, y hasta un 10% experimenta ansiedad.2
Además, también presentan un mayor riesgo de experimentar problemas como cansancio, insomnio o dificultades a la hora de aprender o prestar atención.
El impacto social de la ECF
El trabajo, los estudios y la vida social son ámbitos con los que convivimos en nuestro día a día y a menudo lidiar con las crisis de dolor en estos entornos sociales puede ser muy difícil para las personas con la Enfermedad de Células Falciformes.
¿Sabías que en las personas con ECF, 1 de cada 5 días perdidos de trabajo se deben a crisis de dolor?2 Además, algunas personas con esta enfermedad se llegan a plantear no hablar con sus superiores sobre su enfermedad para no crear expectativas sobre su absentismo laboral.
En los estudios, la mayoría de los niños y niñas con anemia falciforme pierden más de 3 días de escuela u otras actividades después de recibir el alta en un servicio de urgencias o en un hospital.
Las personas con anemia falciforme también sienten que su enfermedad tiene una gran repercusión en su vida social y en sus relaciones. De hecho, la ECF puede provocar aislamiento debido a las crisis de dolor y periodos prolongados en casa o en el hospital. También puede afectar en las relaciones íntimas, pues no es raro que la ECF afecte a la salud sexual y cause tensión en las relaciones.
Por eso, es muy importante que recuerdes que no estás solo y que puedes hablar con tu médico sobre consejos que te ayudarán a manejar tu enfermedad lo mejor posible.