Una crisis de dolor, en personas que viven con la Enfermedad de Células Falciformes, se produce cuando hay una vasooclusión o bloque del flujo sanguíneo causando una falta de oxígeno en algunos tejidos y/u órganos.
La falta de oxígeno puede provocar episodios de dolor, también denominados crisis de dolor o crisis vasooclusivas (CVO), que pueden ser muy intensos y requerir atención médica. A menudo, las personas sufren las crisis de dolor en casa, sin buscar ayuda ni apoyo médico. Las crisis de dolor pueden ser frecuentes y con el tiempo pueden empeorar la enfermedad.
Las crisis vasooclusivas (CVO) continuas, y a menudo silenciosas, pueden conducir a complicaciones agudas y crónicas, como lesiones e insuficiencia en distintos órganos:
- Accidente cerebrovascular o infarto cerebral silencioso o clínico
- Enfermedad pulmonar
- Enfermedad renal
- Lesiones en los huesos de la cadera
- Lesiones en los vasos sanguíneos
- Mayor riesgo de depresión, ansiedad, dificultad para realizar tareas mentales
- Erecciones prolongadas dolorosas
- Crisis de dolor que coinciden con el ciclo menstrual
- Heridas en las piernas
Siguiendo los cuidados necesarios, y haciendo el tratamiento aconsejado por su médico, disminuyen los síntomas y se evitan de forma considerable las complicaciones, lo que proporciona un bienestar importante.
Por otra parte, se han señalado muchas y diversas circunstancias como factores desencadenantes de las crisis vasooclusivas (CVO). Algunos cuidados pueden ayudar a reducir las crisis como, por ejemplo, evitar:
- Exposición al clima frío o al agua fría
- La deshidratación
- Las infecciones
- Ejercicio físico intenso
- Altitudes elevadas
- Las situaciones de hipoxia
- Tabaco
- El estrés emocional
La ECF y las crisis de dolor pueden afectar al trabajo, los estudios y la vida social, por eso es importante que las personas que viven con la Enfermedad de Células Falciformes hagan un correcto seguimiento de cada crisis experimentada e informar a su médico regularmente.
Recuerda, no estás solo.